Construida a partir de lo residual, la pieza de Di Scipio puede hacer cómplice al público de una espera interminable.
La espera define al evento "concierto" desde lo residual, lo inaudible que se vuelve audible a partir de ser legible (ya sea como propiedad acústica o como lo accidentado, raíz orgánica de la voz).
Para generar esta expectiva y que esta residualidad obtenga relieve y significado es necesario que la pieza sea memorizada, se enfatice la cotidianidad, la espera, el accidente y finalmente el mundo interior, el ecosistema paralelo de la subjetividad del intérprete.
Sólo así puede ser comprensible el retraso de lo sonoro: como convivencia con un presente continuo (la memoria de la espera).
José Luis Castillo Borja - Wild is the wind
Una pieza lírica con un uso discreto de técnicas extendidas...
Retorno de lo reprimido: Mario Lavista más áspero y rudimentario. ¿Qué es el lirismo para la juventud de hoy?
Gonzalo Macías - Hoquetus
1. Uso descarado y reflexivo de la progresión armónico como un generador de tensión adireccional.
2. Una dramaturgia construida a partir de un cuestionamiento sobre lo mecánico y lo orgánico:
Un pianismo mecánico y obsesivamente académico yuxtapuesto a una cinta que hace un contrapunto conceptual:
Una travesía de lo subliminal a la resonancia, de lo orgánico al comentario.
3. Un uso propositivo de la electrónico como un modo de relación entre situaciones concretos y el desarrollo de enunciaciones a partir de la bifurcación y colisión de sistemas semióticos.
Finalmente de gusto personal:
4. Un desprecio por la inmediatez del uso efectista del timbre, espacialización, etc... que refleja una posición de resistencia ante la idolatría tecnológica.
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